Teléfono de viento Bell gardia
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En Japón existe una frontera entre la vida y la muerte, y está encaramada en las escarpadas laderas de una montaña llamada Kujira-yama, la Montaña de la Ballena. Hacia allí nos dirigimos. A un exuberante jardín donde las estaciones soplan con toda su vivacidad. Vamos a conocer a Sasaki Itaru, el custodio del Teléfono del Viento, uno de los lugares de resistencia más poderosos del mundo.
Es una escena desoladora: amplias extensiones de nada rodean casas prefabricadas. Sólo un cartel distingue una casa de una barbería, una cafetería de un proveedor de piedras preciosas. La vasta zona parece un bloque de apartamentos nuevo y apenas habitado.
Tardamos otros 20 minutos en encontrar Bell Gardia. Damos vueltas en círculos, perdidos; las montañas a nuestras espaldas aún están teñidas de rojo por el otoño y sus cumbres están cubiertas de nieve. Subiendo una cuesta, observo una explosión de verde a nuestra derecha y, al final de un corto sendero, veo un cartel con letra azul cielo que dice: 風の電話 kaze no denwa.
“Algunos siguen el camino hasta el Teléfono del Viento, luego dan la vuelta y se marchan de nuevo. La gente es libre de hacer lo que quiera y a menudo ni nos damos cuenta de que han estado aquí. Otros lloran, por supuesto, y les invitamos a entrar. Muchas personas sienten que necesitan contar su historia”.
¿Es real el teléfono del viento?
El Teléfono del Viento es un lugar real, en la prefectura de Iwate, al noreste de Japón. Un día, un hombre llamado Sasaki Itaru instaló una cabina telefónica en el jardín de su casa, al pie de Kujira-yama, justo al lado de la ciudad de Ōtsuchi, uno de los lugares más castigados por el tsunami del 11 de marzo de 2011.
¿Todavía hay cabinas telefónicas en Japón?
Japón cuenta con unas 66.000 cabinas telefónicas públicas, pero su número ha ido disminuyendo debido a la prevalencia de los teléfonos móviles.
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Inspirados por Sasaki, Crossroads Hospice Society buscó la manera de darle vida en Pioneer Memorial Park, junto a nuestro Laberinto Jardín de Curación. Tras ponernos en contacto con el Ayuntamiento de Port Moody, Robbie, Superintendente de Parques, y Roy, Carpintero Jefe de Servicios Comunitarios, nos asombraron con esta magnífica creación. Escucharon nuestra visión y utilizaron su generosidad, creatividad y gran corazón para darle vida en nuestro jardín.
Esperamos que El teléfono del viento brinde a los dolientes la oportunidad de conectar con sus seres queridos. Si busca orientación sobre cómo empezar su visita al Teléfono del Viento, haga clic aquí.
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Explica cómo la buscó durante días tras el devastador terremoto y tsunami de hace una década, visitando centros de evacuación y morgues improvisadas, y volviendo por la noche a los escombros de su casa.
El teléfono del viento” en Otsuchi, prefectura de Iwate. A muchos supervivientes del 11-S la línea telefónica desconectada les ayuda a mantenerse en contacto con sus seres queridos y les da algo de consuelo mientras lidian con su dolor. | REUTERS
Una nota dejada en la cabina telefónica dice: Vine al jardín de (Itaru) Sasaki por primera vez hace 15 años. Puede que no lo recuerde. Llevé a un niño pequeño. Por aquel entonces oí hablar mucho del concepto de este jardín y de las rosas. Tenía muchas ganas de ver qué había pasado con este jardín desde entonces. No pude venir después de la catástrofe, pero de repente he pensado en ello hoy y he vuelto aquí con el hijo de 20 años. Volveré cuando las flores y la vegetación del jardín hayan crecido demasiado”. | REUTERS
“Cuando volví a la casa y miré al cielo, había miles de estrellas, era como mirar un joyero”, dice la mujer de 67 años. “Lloré y lloré y entonces supe que debía de haber muerto mucha gente”.
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El 7 de enero de 2017, fuertes vientos desprendieron el techo del teléfono del viento y rompieron las puertas de cristal[6]. Carpinteros locales, incluidos algunos que habían visitado previamente el teléfono del viento, se ofrecieron rápidamente para repararlo el 10 de enero, y el teléfono del viento volvió a abrir al día siguiente. [7] En abril de 2018, Sasaki anunció que las partes de madera y metal de la cabina se estaban deteriorando debido a la edad y la corrosión, incluso después de una nueva capa de pintura, y que esperaba reemplazar la vieja cabina por una de aluminio resistente a la corrosión.[8] La gente respondió con donaciones por un total de alrededor de un millón de yenes, y Sasaki instaló la cabina de aluminio más resistente en agosto de 2018.[9]
Tomohiko y Kazuko Kutsuna, un matrimonio de Tahara, prefectura de Aichi (Japón), instalaron una réplica pintada de rojo en 2018. Su cabina telefónica, llamada “teléfono de la brisa marina” (shiokaze no denwa), se construyó en memoria de una de las alumnas de Kazuko, una joven de 18 años que murió por suicidio en 2009[15].
Se han colocado más teléfonos del viento en Chelsea, Quebec, Canadá, en 2022 [le fil du vent Chelsea wind phone] Massachusetts,[16] Carolina del Norte,[17] Colorado,[18] Columbia Británica,[19] a lo largo del sendero de los Apalaches en el parque estatal de Fahnestock, Nueva York,[20] y en el parque Wilber de Oneonta, Nueva York.[21] El sitio web www.mywindphone.com almacena las ubicaciones de todos los teléfonos del viento.